El despliegue eólico masivo en el Maestrazgo (Teruel) fuerza la suspensión del proyecto de reintroducción del quebrantahuesos.
Primer caso en España de suspensión de un proyecto de reintroducción de una especie amenazada por la industria eólica.
Un estudio demuestra que los ejemplares en la zona podrían haber impactado con los aerogeneradores proyectados hasta en 756 ocasiones
La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), de acuerdo con las autoridades ambientales, se ha visto obligada a suspender cautelarmente las acciones del proyecto europeo LIFE ‘Corredores ibéricos por el quebrantahuesos’ en el Maestrazgo. Esto supone interrumpir de forma cautelar la liberación de ejemplares en la comarca hasta que se aclare la dimensión definitiva del desarrollo eólico previsto. El alto riesgo de colisión y muerte al que el despliegue proyectado expondría a la especie hace inasumible continuar, ya que se incumplirían los criterios de reintroducción de especies amenazadas de extinción establecidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), así como los criterios de garantía ambiental contemplados en los proyectos LIFE.
Dos expertos de la FCQ han analizado durante meses los patrones de vuelo y de uso del espacio en el Maestrazgo de 10 ejemplares de quebrantahuesos (liberados en Castellón y Aragón) y 12 buitres leonados (radiomarcados en el epicentro del mega proyecto eólico). El estudio de las geolocalizaciones aportadas por la baliza satelital que porta cada ejemplar ofrece resultados que han hecho saltar todas las alarmas: en apenas un año, los quebrantahuesos habrían podido colisionar hasta en 745 ocasiones con los aerogeneradores proyectados, lo que supondría la total desaparición de la incipiente población.
Los datos oficiales muestran miles de aves y murciélagos muertos al año en los parques eólicos
El estudio no solo recoge simulaciones de riesgo, sino también datos oficiales de mortalidad de fauna en complejos eólicos. Tras solicitar a las comunidades autónomas información sobre siniestralidad en parques eólicos, se ha constatado que entre 2021 y 2022 fallecieron por colisión en los parques eólicos de Aragón y Navarra, 1081 buitres leonados, 5 alimoches, 24 águilas reales, 69 milanos reales, 198 milanos negros, 48 águilas culebreras, 196 cernícalos comunes y 128 primillas entre otras especies. Se trata sólo de las cifras recogidas por las administración, por lo que teniendo en cuenta que muchos cuerpos desaparecen por depredación y que su búsqueda no es una labor habitual, la comunidad científica estima que los cadáveres encontrados representan entre el 10 y el 20 por ciento de las muertes que realmente se producen.
Esto significaría, en apenas cinco años, entre 44.115 y 88.230 animales muertos, muchos de ellos especies vulnerables o amenazadas de extinción. Según la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos, a ese dato habría que añadir que cada año los aerogeneradores matan en España entre 84.376 y 253.128 murciélagos (todos ellos protegidos por la legislación española y europea)
El caso del Maestrazgo (Teruel).
En el año 2020 se preparó el proyecto LIFE “Corredores Ibéricos por el quebrantahuesos” con el objetivo principal de garantizar la conservación a largo plazo del quebrantahuesos en Europa, mediante la recuperación de sus poblaciones extintas en las áreas de alta calidad para la especie en el centro y norte de España.
En base a los análisis de hábitat, a la revisión histórica y al intenso trabajo preparatorio realizado durante más de 20 años, uno de los territorios más idóneos para la ejecución del proyecto resultó ser el área del Maestrazgo de Teruel: su hábitat con una alta potencialidad, la abundancia de recursos tróficos, las numerosas citas históricas y la baja presencia de amenazas para la especie conformaban al territorio como un importante nodo en el contexto metapoblacional del quebrantahuesos en la península Ibérica.
Así, en enero de 2022 comenzó el proyecto, financiado por el instrumento comunitario LIFE, y se iniciaron las primeras sueltas de ejemplares en la zona, con el fin de generar un núcleo poblacional estable y cumplir con los objetivos de proyecto.
Sin embargo dos años después de la redacción de este proyecto, el 23 de diciembre de 2022 se publicó la declaración de impacto ambiental del macro complejo eólico del maestrazgo. Ese mismo año y motivado por la emergencia climática derivada por la guerra en Ucrania, se publicó el Real Decreto Ley 20/2022, lo que desencadenó de forma precipitada, la aprobación de un macro proyecto industrial eólico en el Maestrazgo, incluso dentro la Red Natura 2000.
En concreto en el Maestrazgo está proyectada la instalación de 13 complejos eólicos, y otros 62 en comarcas contiguas (34 proyectos en Cuencas Mineras, 19 en Andorra – Sierra de Arcos y 9 en Matarraña). Esto significa que el área de reintroducción de la especie va a estar rodeada de aerogeneradores de 158 metros de pala, ocupando crestas y collados, coincidiendo en el mismo espacio por donde vuelan una de las mejores comunidades de rapaces de Europa, lo que es una grave e insalvable amenaza para los ejemplares reintroducidos. Según los estudios de la FCQ y los datos de mortalidad en los parques eólicos de Aragón y de Navarra, el hecho de que puedan instalarse 367 aerogeneradores en torno al punto de liberación de los quebrantahuesos imposibilita alcanzar el objetivo de recuperar la especie. Y eso sin tener en cuenta que estas instalaciones requieren a su vez de líneas eléctricas de evacuación de largo recorrido.
El debate pendiente.
La FCQ llama a abrir una profunda reflexión y debate. España ha sido durante años receptora de importantes cuantías para recuperar hábitats y biodiversidad amenazada. Resulta contradictorio que ahora, con un despliegue de complejos eólicos apresurado y sin precedentes en Europa, se implante en esos mismos hábitats una de las mayores amenazas para la biodiversidad y un modelo opuesto al objetivo de volver a capitalizar el medio rural.
No es aceptable que para resolver un problema de producción y contaminación se genere otro como es comprometer la supervivencia de la avifauna española. Más aún cuando existen novedosas medidas tecnológicas y procedimientos de gestión de los complejos que reducen de forma considerable la mortalidad de las aves. Medidas que, por el momento, la administración española no está exigiendo a las empresas promotoras. La transición además de energética debería ser necesariamente compatible con el patrimonio natural español.